La vida puede cambiar en un instante, así es. El segundo siguiente no será igual al segundo anterior, con cada minuto nos ponemos más viejos, con cada día aprendemos cosas nuevas, con cada año crecemos aún más.
Un año puede ser mucho tiempo en nuestro presente, pero cuando seamos ancianos y estemos pensando en cada año que vivimos (si es que los podemos recordar) será como ver pasar nuestras vidas en un instante, lo que ahora parece una eternidad en unos sesenta o setenta años será como un segundo.
Hoy, mientras iba en el carro, me puse a pensar en quién era hace un año y no exagero si les digo que no era la misma de ahora. Quizás a ti te pase igual, como si hace doce meses hubieras sido alguien completamente diferente a quien eres hoy. En solo 365 días (realmente seria en 366 días, porque el 2016 fue un año bisiesto) una vida, mi vida, cambio totalmente, pase por muchas cosas malas, me engañaron y traicionaron, me dieron alas para luego cortarlas, me golpearon en mis puntos más sensibles, quienes habían estado siempre para mi me dieron las espaldas, y lo peor de todo, me perdí a mi misma, hice cosas que aunque no me arrepiento no me hacen sentir orgullosa, por varios meses fui un total desastre, en otras palabras el 2016 para mí fue como soñar con el paraíso y tropezarme con el infierno. Y quería hablar sobre esto porque a todos nos pasa, hay momentos en nuestras vidas que destacan por lo horribles y escandalosos que fueron, pero todo sucede por una razón, tenemos que pasar por esos obstáculos, son las cosas que realmente nos enseñan cómo defendernos y enfrentarnos al mundo, que nos hacen más fuertes.
Antes era una niña débil, y lo digo sin censura, con falta de confianza en sí misma, era fácil de manipular al antojo de cualquiera, y eso me hicieron, pero no fue hasta el año pasado que me dieron el golpe de gracia, el que me derroto hasta ahora, el que me hizo darme cuenta de la realidad de este mundo. No seré soberbia y te diré que me convertí en una chica con la mayor seguridad en sí misma, que salgo y hablo con todos, que cada día es una aventura para mi. porque realmente no es así, yo no soy así, mi corazón sigue siendo igual de sensible, le sigue doliendo e importando las mismas cosas, no se congelo no se convirtió en piedra, solo se hizo más fuerte. Antes odiaba los cambios, vivía y amaba la monotonía, tenía miedo de salir al mundo; no se exactamente en qué momento, entre el desastre de persona en que me había convertido hasta hoy, las cosas cambiaron; solo se que un día me desperté y dije: basta, me canse de mi misma, me canse de vivir en una depresión constante, me canse de ser la víctima. Así que empece a hacer las cosas que nunca me había atrevido por miedo, me inscribí a cursos sobre cosas que me gustan, comencé a ejercitarme siempre y cuando mi cuerpo estuviera de ánimo, disfruto cada plato de comida, hasta mejore la relación con mi familia.
Tengo miedo, si, me aterra el mundo, es cruel y despiadado de la misma manera en que puede llegar a ser un paraíso en la tierra, todo depende desde qué perspectiva lo veas. Las personas realmente no cambian, las personas se transforman, tanto para bien como para mal, y mi transformación fue buena, tome todo ese dolor y lo hice florecer en algo bonito, y te invito a que hagas lo mismo, ese mal que estás pasando ahora, que te hace pensar que tu mundo se derrumbó en unos años quizás no signifique nada, así que toma esa depresión y entiérrala en lo más profundo de tu ser, y florece, renace, transformate en alguien mejor, en esa persona que quieres llegar a ser.
Era una niña débil que se transformó en una adolescente rebelde, y luego paso a tener instintos suicidas (¿Recuerdas que dije que hay cosas que hice que no me enorgullecen?) pero yo no quería vivir así, yo quería ser feliz y estar en paz, y quizás aun no llego al 100% en esas cosas, pero me transforme en una mujer con esperanzas y fe, con las ganas de seguir adelante, con el valor de enfrentarme a nuevos retos y salir al mundo a luchar por mi vida, ya que es una de las cosas más valiosas que tenemos, nada ni nadie debe hacerte restar importancia a tu existencia. No podemos conseguir un nuevo corazón, pero lo podemos transformar. Mi corazón es el de una niña sensible y dedicada pero ahora lo controla una mujer que ha sido golpeada por la vida y se ha fortalecido de eso.

Y tú, cada uno de ustedes, puede ser así.
Lys♡
Comentarios
Publicar un comentario