Domingo
Cada uno tiene sus maneras de encontrar la felicidad, cada quien tenemos nuestra fuente de alegría, pero hay algo en que todos concordamos: cuando estamos tranquilos, estamos felices. Y no hablo del momento antes de irse a dormir que todo está en silencio, o la tranquilidad al tomar una ducha (los que lo hacen solos), no, no hablo de cosas así; a lo que me refiero es cuando realmente estamos tranquilos, cuando no hay problemas graves de que preocuparse, cuando no hay dolores que nos atormentan, cuando no hay preocupaciones, ni dudas, ni nubes grises en nuestras mentes, en ese momento es cuando realmente estamos tranquilos, entonces si no hay nada de esas malas cosas atormentándonos quiere decir que estamos felices ¿no?, sin esas nubes entonces el sol está brillando en nuestras vidas.
Creo que la próxima vez que pienses que no eres feliz solo debes pararte un momento a pensar, tratar de alejar la niebla que haya alrededor, y quedarte tranquilo, realmente tranquilo, y podrás ver cómo poco a poco la felicidad estará llenando tu vida.
Nuestra felicidad no está en las joyas, ni en nuestras cuentas bancarias, ni siquiera está en otra persona, nuestra felicidad está en nosotros mismos, solo debemos saber buscar para poder encontrarla, y lo más importante es que tú puedes evitar que otras cosas la arruinen, creo que cuando sentimos que no somos felices es porque en alguna parte de nuestras vidas decidimos dejar de serlo, permitiendo que algo nos afecte de mala manera, porque hasta los momentos más oscuros podemos alegrarlos con una sonrisa.
La próxima vez que estés dentro de una tormenta solo respira profundo y espera que el viento se la lleve lejos, no puedes evitarla ni tampoco enfrentarla, pero no se quedara por siempre ahi, solo esta de paso, así que no te alteres ni pierdas el control, solo quedate tranquilo, no dejes que te afecte, espera que se aleje y encuentra que puede alegrar tu dia.
Quizás no seamos las personas mas positivas del planeta, ni tengamos todo lo que necesitamos, pero hay que aceptar que los momentos en que los demonios permanecen dormidos y una extraña sensación de paz reina en nuestras vidas, es decir, el momento en que estamos tranquilos con el mundo y con nosotros mismos es una de las tantas maneras de ser felices. Y siempre recuerda que hay muy pocas cosas por las que vale la pena sufrir, salir de nuestro estado de paz y alejar la alegría, así que no vuelvas a dejar que pequeñas cosas insignificante te afecten.
Lys♡
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