Miércoles
¿Que hace de “Cenicienta” la historia favorita de muchas chicas? Es un cuento de hadas. No todas pueden decir que han vivido su propio cuento de hadas, pero quizás yo puedo decir que viví algo muy parecido a eso, algo mas actualizado claro.
Tuve los ratones que me ayudaron, mi carruaje plateado, la zapatilla perdida fue un arete perdido, estuvo el personaje malo, la hada madrina, y por supuesto, el príncipe azul.
Momento de contar la historia.
A esta Cenicienta no le faltaban muchas cosas, pero era muy pobre cuando se refería al amor, un dia llego ese príncipe soñado, el que todos pensarían que le iba a enseñar lo que el amor realmente era, y así fue; su hada madrina la ayudo a volver posible cosas que parecían imposibles, sus únicos amigos (los ratones) la ayudaban con los pequeños detalles, siempre al pendiente de ella. El carruaje llegó puntual, y nada le parecía real. No duró hasta las 12pm, quizas duro como 12 dias (lo siento Disney, pero mi hechizo fue más efectivo), en resumen, luego de un accesorio perdido, la introducción de la bruja malvada, y un príncipe confundido, al final obtenemos una princesa prisionera de su propia historia. ¿Esperaban un final feliz? Pues no, como dije anteriormente, es un cuento actualizado. Es mi cuento.
Quizás no obtuve un final feliz con ese príncipe, pero si obtuve mi propio final feliz, solo conmigo. Fue un cuento de hadas porque ahora todo me parece tan irreal, se siente como si solamente lo hubiera leido en algun lugar, no como si hubiera pasado por eso. Y es que así son estos cuentos, totalmente irreales, una ilusión que desde pequeños nos hace pensar que todas las historias tienen un final feliz, que el bien siempre le gana al mal, y que si amas a alguien esa persona te amara igual. Pues, en la vida real las cosas no suceden así.
Hay historias que no terminan ni bien ni mal, simplemente… terminan. Hay distintos colores de príncipes, no solo azules. El personaje malo no siempre está en una mujer, u hombre, malhumorado, a veces el mal puede estar en el príncipe o hasta en la misma princesa. Y si necesitas de un hada madrina que se desgaste concediendote cientos de deseos para hacer posible “tu historia de amor” entonces esa historia no es la que debes vivir.
Con la misma rapidez que el príncipe llegó, fue con la misma rapidez que desapareció, pero no sin antes dejarle una enseñanza a la princesa, y es que todos nuestros cuentos de hadas tienen su moraleja, por ejemplo, en “La bella y la bestia” podemos aprender que el amor no está solamente en el físico, ya que las apariencias a veces engañan; “La bella durmiente” nos explica que nuestro destino ya está escrito y es inevitable; en “Aladdin” vemos que el amor va más allá de las clases sociales y el dinero; el mal tiene muchos disfraces así que debemos saber distinguirlos para que no nos pase como a “Blancanieves”; a veces debemos hacer pequeños sacrificios como Ariel y Pocahontas; y por último Cenicienta nos dice que no todo dura para siempre pero debemos disfrutar cada minuto que tengamos. Y lamento si los aburri como mis conocimientos en historias de Disney pero mi punto es que el cuento de hadas que viví, pudo haber sido cruel pero me dejó una enseñanza, muchas enseñanzas realmente, pero la que se ajusta a este escrito es que tenemos un lápiz y una hoja en blanco y que no importa si no somos buenos escritores, lo que importa es que tenemos las herramientas para escribir nuestra propia historia, nuestro propio cuento de hadas, y tu decides lo que puede pasar y como acabarlo.
En mi opinión no creo en que las buenas historias deben tener un “final feliz”, señores, si todo va perfectamente ¿porque finalizarlo? Es aceptable en las películas (no pueden durar eternamente) pero en la vida real una buena historia, una gran historia de amor no debe terminar nunca. Pero igual, hay cuentos que sí deben finalizar y dejarlo asi como algo que quizás pasó o no, es un poco triste porque pensamos que sería esa gran historia pero solo fue otro capítulo más. Lo más recomendable es terminarlo en buenos términos para que no nos atormente más adelante, y aquí mi cuento regresa al de Cenicienta, porque después de cierta medianoche finalice mi cuento como pensé que era mejor.
Ahora tengo las herramientas que antes no sabia que tenia, y ya he empezado a escribir mi historia, todo como yo quiero que sea, y de ese príncipe azul, o verde, negro, como sea, empezare a escribir algun dia, o quizas ya lo he hecho y no me he dado cuenta que personaje es en esta historia, la cosa está en que cuando pase a ser un personaje principal sabré que todo habrá valido la pena, y que esta nueva Cenicienta por fin ya tiene un buen cuento, sin final.
PD: Mi historia favorita es “La bella y la bestia”, pero mi amiga Cenicienta me inspiro aquí. Y tenia tiempo sin dedicarme con seriedad a la escritura, ahora que lo he hecho me siento liberada.

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